En la búsqueda del bienestar integral, es esencial considerar cómo afecta nuestro trabajo y entorno laboral a nuestras vidas. Pasamos la mayor parte del día en el trabajo, y desde la empresa hasta el ambiente y la cultura laboral, todo tiene un impacto directo en nosotros. Es crucial comprometernos a reflexionar sobre cómo nos afectan nuestras responsabilidades, expectativas y entorno. A menudo, nos absorbemos tanto en nuestras labores que descuidamos nuestro propio espacio y tiempo para el bienestar. Priorizar el bienestar integral implica integrar prácticas saludables en nuestra rutina diaria, en lugar de relegarlas a los huecos libres fuera del trabajo.
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Establece límites saludables.
En nuestra sociedad, estar siempre ocupado se considera sinónimo de éxito y prestigio, lo que a menudo nos lleva a descuidar nuestro bienestar en aras de lograr más. Sin embargo, el éxito va más allá de la productividad diaria y abarca la calidad de vida y el disfrute personal. Es esencial recordar que somos seres completos y necesitamos atender todas nuestras facetas, incluida la salud mental y emocional.
Integrar prácticas de atención plena y bienestar en nuestra vida laboral es fundamental para nuestro equilibrio y salud. Establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal es crucial para nuestro bienestar y debe ser comunicado claramente.
Aquí tienes estos consejos que te ayudarán a crear límites dentro y alrededor de su trabajo:
· Desactiva notificaciones laborales fuera del horario.
· Programa pausas conscientes durante el día laboral: dales prioridad tanto como a cualquier otra reunión del día.
· Asegúrate de tomar días libres completos cada semana.
· Práctica comunicar tus necesidades y pedir apoyo cuando sea necesario.
Priorizar tu bienestar en el trabajo no solo te beneficia a ti, sino que también inspira a otros a hacer lo mismo. Liderar con el ejemplo puede transformar la cultura laboral hacia una más compasiva y centrada en el bienestar.
Equilibrio vida-trabajo
A menudo, se nos dice que debemos priorizar el trabajo sobre nuestra vida personal, pero ¿y si cambiamos esa perspectiva? ¿Y si ponemos la vida en primer lugar? Al hacerlo, podemos nutrir y dar apoyo a lo que más nos importa.
El primer paso es como ya lo hemos comentado, establecer límites.
El segundo paso es reconocer que nuestra vida importa. Estamos aquí para disfrutar y experimentar todos los aspectos de la vida, tanto personales como profesionales. Al cambiar nuestra mentalidad de priorizar el trabajo a priorizar nuestra vida, podemos encontrar más satisfacción en cada día.
Reflexiona sobre dónde se encuentra el trabajo en tu vida en este momento. ¿Estás equilibrando adecuadamente tu vida personal y profesional?
Haz una pausa y reflexiona sobre estas preguntas, ya sea en un momento de tranquilidad o escribiendo en un cuaderno:
¿Quién soy yo fuera de mi carrera?
¿Qué es realmente importante para mí en la vida?
¿Hay áreas de mi vida que estoy descuidando?
¿Dónde puedo priorizar mi bienestar y realizar ajustes en mi vida?
¿Estoy cuidando tanto de mí como de aquellos que me importan?
Por supuesto, el trabajo es fundamental, pero no es lo único relevante. Un estudio global sobre el bienestar revela que el bienestar laboral influye mucho en nuestra salud y calidad de vida. Priorizar tu vida por encima del trabajo te recuerda que eres más que tu profesión.
Tu bienestar abarca todos los aspectos de tu vida, incluido el trabajo. Reflexiona diariamente sobre cómo tu trabajo afecta tu bienestar, asegurándote de que sea sostenible, coincida con tus valores y se alinee con tu propósito en la vida.
*Nota del editor: la información de este artículo está destinada únicamente para su uso educativo y no reemplaza el consejo, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre busca el consejo de tu médico u otros proveedores de salud calificados con cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica y antes de emprender cualquier dieta, suplemento, acondicionamiento físico u otros programas de salud.